Después de unos días desconectado, esta semana me he encontrado con este par de noticias que me han hecho reflexionar un poco sobre el tema. Vamos a ir una por una.
La primera de ellas hace referencia a la nadadora
Mireia Belmonte. Un año espectacular el suyo donde ha mostrado su superioridad
en todos los pabellones por los que ha pasado. Oros, campeonatos de europa,
récords mundiales, pruebas de 800, de 1500, de 200…. Nada se le resiste a la
nadadora española este año que ha logrado su consagración.
Este pasado fin de semana la española disputaba la
última prueba del Nacional del Can Llong, el 800 libre, y cuando su
superioridad era manifiesta, de repente notó como se quedaba sin aire. Comenzó
a bajar su ritmo hasta llegar a detenerse incluso mientras sus rivales se
acercaban. Afortunadamente para ella solo fue un susto y comenzó a nadar de
nuevo hacia un nuevo oro dejando a sus rivales a más de 7 segundos. Pero su
cara y sus gestos al acabar dejaban entrever que algo no había ido bien.
Esto muy probablemente sea debido a su calendario,
plagado de pruebas e incluso algunas de ellas muy continuadas (recordemos que
disputó el 800 tan sólo 45 minutos después de ganar en los 200 estilos).
¿Qué tiene que hacer ahora? Pues no pensar en que
le va a suceder lo mismo la próxima vez que salga a competir en una piscina, o
más concretamente no pensar en ello cuando salga otra vez a nadar en los 800
libres. La mente humana tiene una gran capacidad para recordar los hechos
negativos y para extraer conclusiones categóricas de un hecho aislado debido al
cansancio. Si, todos sabemos que por haber tenido una lesión en una zona, nada
quiere decir que la próxima vez que compitamos vayamos a tenerla otra vez. ¿Es
lo lógico no? ¿Cuántas veces has competido y cuantas veces te has lesionado?
¿Parece lógico no? Bien, pero al final no actuamos
así. Al volver de una lesión, o en este caso de un pequeño bajón o
desfallecimiento, la actitud normal del deportista es protegerse, tener cuidado
en situaciones donde el área afectada está en juego porque seguimos pensando en
la lesión.
¿Qué podemos hacer para evitar esto?
1. Tener una rutina bien establecida. Saber qué
vas a hacer en cada momento, en qué vas a pensar en cada momento y cómo vas a
actuar. ¿Porqué? Porque genera confianza. Hacer algo que creemos ya haber hecho
anteriormente genera confianza porque no da sensación de ser algo desconocido.
2. Pensar en cada momento de la competición en qué
debemos hacer en el momento presente, LLENAR LA CABEZA CON EL PRESENTE. Pensar
en cada momento que estamos haciendo, por ejemplo: "Mira el balón, sé
intenso, ¡arriba fuerte!", "Brazo… brazo… brazo…. giro ahora, bien
ese impulso…". Llenando la cabeza con pensamientos de este tipo lo que
hacemos es centrarnos en el partido o la competición actual, no en la pasada o
en la futura, y no sólo eso, si no que no dejamos espacio para pensar en la
lesión o en cosas que puedan salir mal.
Link a la noticia: http://www.mundodeportivo.com/20141214/natacion/mireia-belmonte-acaba-con-pleno-de-oros-y-susto_54421831843.html
Otra noticia que me ha llamado la atención es:
Un jugador que lleva lesionado dos meses y medio y
cuyo plazo de vuelta a los terrenos de juego aún es incierto, aunque la teoría
dictaría que en menos de un mes estará jugando con sus compañeros.
El admite que "Echa de menos el balón, echa
de menos el fútbol". Un jugador lesionado es una persona muy especial, ya
que podrá ir pasando por estados de muchas ganas por recuperarse y esforzarse a
tope y momentos de bajón donde eche de menos todo aquello que tenía y no sea
capaz de centrarse en lo que tiene que hacer.
¿El jugador echa de menos el balón? ¿Echa de menos
el fútbol? ¡Pues dale balón! Deja que tenga un balón consigo en cada ejercicio
de recuperación. Deja que pueda tocar el balón todos los días aunque sólo sea 1
minuto. Busca hacer los mismos ejercicios, o similares pero con el mismo
objetivo de rehabilitación donde haya un balón. El futbolista va a sentirse
mejor, va a estar más implicado en su trabajo de rehabilitación y mentalmente
no supone una desconexión con el fútbol de forma total.
Otra forma de llevarlo a cabo es mediante
ejercicios de visualización donde se diseñe una actividad similar a los
entrenamientos con balón, que sea complementaria a los ejercicios de
rehabilitación, para buscar que el jugador no olvide esas sensaciones de toque
de balón y del propio juego.
Link a la noticia: