miércoles, 25 de noviembre de 2015


"Las investigadoras de la Universidad de Columbia, Claudia M. Muller y Carol S. Dweck realizaron un estudio en la década de los 90 para estudiar en profundidad el efecto del elogio en niños y niñas entre 10 y 12 años de edad.
La investigación comprendía 4 fases. La primera consistía en un test de inteligencia. Con los resultados obtenidos los investigadores se dedicaron a dar un feedback falso, de tal forma que a un grupo de niños les dijeron que realmente debían ser genios ya que habían obtenido resultados brillantes. A un segundo grupo les dijeron que habían resuelto el 80% de los problemas planteados, mientras que al tercer y último grupo, simplemente no les dieron feedback, actuando como grupo control.

En la segunda fase del estudio, los investigadores ofrecieron a los niños poder elegir entre dos nuevas tareas. Una de ellas era muy difícil y otra era fácil. El 65% de los niños elogiados como “genios” optó por la tareas fáciles. El 45% de los niños que no recibieron ningún feedback eligió la tarea más sencilla.
La tercera fase del estudio consistía en entregar a los niños unas tareas aún más difíciles. Al terminar el ejercicio se preguntó a los niños si habían disfrutado de la tarea y si les gustaría llevarse tareas similares a sus casas. Los niños elogiados fueron menos propensos a llevarse ejercicios a casa y afirmaron haber disfrutado bastante menos haciendo la tarea.
La fase final del estudio consistió en someter a los niños a un test de similar dificultad al que resolvieron en la primera fase. El grupo que obtuvieron puntuaciones más bajas fueron las de los niños elogiados como genios y sus valoraciones en esta última fase fueron incluso menores que en la fase inicial.
Los niños elogiados mostraron una actitud muy conservadora a la hora de enfrentar retos, manifestando que disfrutaban poco de las tareas y se observó una disminución de su rendimiento.
El grupo que mejores resultados obtuvo en el estudio fue aquel que recibió un feedback relacionado con el esfuerzo realizado y con los resultados obtenidos (el segundo de los tres grupos). El 90% de los niños de este grupo optaron en la fase 2 por la tarea más difícil, en la que tenían más riesgo de equivocarse pero en la que disponían de más oportunidades para aprender.

¿Qué llevó a estos niños a optar por retarse frente al resto de grupos?
Sencillamente no fueron elogiados por sus capacidades ni su inteligencia sino que su esfuerzo fue alentado por los investigadores. Mejor alentar que elogiar.
El feedback de los investigadores se enfocó en el hacer y no en el ser, siendo muy específicos, al contrario de los elogios que lanzaron al primero de los tres grupos.
¿Qué será de los niños constantemente mal elogiados? ¿en qué pueden llegar a convertirse?
Siempre es más inteligente y rentable educar bien a un niño que tener que arreglar a un adulto. Si en el mundo del adulto y en los ámbitos profesionales o deportivos necesitamos que los líderes desafíen a sus colaboradores, también debemos exigirles con firmeza que sean maestros del aliento, con la ética del sudor por bandera, preparando entornos incómodos a la par que estimulantes.
La autoconfianza rara vez puede desarrollarse mediante el elogio fácil y continuo. Suele tener, sin embargo, un efecto muy contraproducente de cara a aceptar limitaciones y encontrar estrategias de reaprendizaje cuando el error aparece o cuando, simplemente, las cosas cambian (que suele ser continuamente).
No pongo en duda el valor del elogio, si bien considero que en muchas ocasiones tendemos a elogiar en exceso y a realizar elogios vacíos de sentido.
Por supuesto que es preferible elogiar que criticar constantemente los errores que se cometen. Pero el elogio suele vincularse al éxito de un objetivo. Se espera que nos elogien cuando hemos conseguido una meta, pero hasta entonces carecemos del aliento necesario para llegar al objetivo deseado.

Y esto, como tantas cosas, se convierte en automatismos que vamos aprendiendo desde edades tempranas. Si vivimos el elogio vinculado a un premio o esperamos un premio que trae consigo un elogio, es posible que perdamos de vista la importancia del proceso.
Alentar tiene mucho que ver con animar, con infundir aliento y esfuerzo, con nutrir los comportamientos que nos enfocan hacia la mejora.
El aliento se centra en el esfuerzo y por tanto, en el sentido de la responsabilidad. Cuando alientas a un niño a tomar decisiones y a elegir entre opciones, por muy sencillas que puedan parecer, estás nutriendo su responsabilidad y preparándolo para ser un adulto libre.
Si por el contrario, solo elogiamos a un niño cuando hace aquello que nosotros como adultos pensamos que está bien, terminará siendo obediente pero no habrá aprendido a tomar decisiones y lo que es peor, no aprenderá a pensar por si mismo. Y luego nos quejaremos que los jóvenes no están preparados para la vida. Quizá no les dejamos entrenar en su momento y confundimos el entrenamiento con el adiestramiento.
Si castigamos en relación a nuestras expectativas, conseguiremos que solo actúen cuando crean que van a cumplir las expectativas que pusimos en ellos pero nunca tendrán las suyas propias.
Alentar es animar a generar expectativas en uno mismo y a comportarse consecuentemente a ellas. Alentar es dar protagonismo al aprendiz por delante del maestro para que un día sea un maestro capaz de alentar a nuevos aprendices.
Si el elogio suele ir vinculado al premio, alentar está conectado con la celebración de la mejora aunque el objetivo no haya sido alcanzado.
Alentar nace del aliento y el aliento es la necesaria respiración. Necesitamos el aliento como necesitamos respirar para sobrevivir."

lunes, 9 de noviembre de 2015

Desarrollar y planificar las sesiones de entrenamiento no es algo sencillo. Debemos tener en cuenta muchos factores para evitar que se produzcan situaciones como tener que parar el entrenamiento a explicar el ejercicio de nuevo, no tener los objetos que necesitamos cerca nuestra…



Pautas para las sesiones de entrenamiento

  Fijar los principales objetivos que se van a trabajar en cada sesión y explicarlos. (Favorece la motivación y la atención de los deportistas.)

  Objetivos: pocos y muy claros. Errores habituales: pretender hacer muchas cosas en una sesión, no saber cuál es el objetivo de la sesión.

  Saber qué tipo de ejercicios se van a realizar (demostración previa por parte del entrenador) y calcular el tiempo de que dispone para ejecutarlos. Ejercicios: sencillos y variados.

  Trabajar habilidades nuevas, perfeccionar las ya aprendidas y eliminar las conductas incorrectas.

  Entrenamiento en las condiciones de partido.

  Explicar de forma clara la tarea, hasta que todos los jugadores lo tengan claro, pensando en que si no se entiende, luego tendremos que parar la tarea reduciendo la calidad y la intensidad del entrenamiento.

Vamos a ver ahora algunos ejemplos en este vídeo de Enric Soriano, donde podremos ver perfectamente algunas de las pautas que debe seguir todo entrenador en los entrenamientos.



1. Explicar la tarea. Órdenes sencillas y claras. Introducimos un ejemplo visual y hacemos gestos (gesto con la mano de Mourinho imitando el gesto de dar un pase).
2. Dar información. Guardiola da información a sus jugadores de situaciones pasadas incluso con ejemplos visuales.
3. Intervención micro y macro. Feedback a nivel individual y a nivel de grupo. Tanto Mourinho como Villas-Boas lo llevan a cabo, siendo este último el que incluso se para con los jugadores en el vídeo.
4. Refuerzos o feedback. Ejemplos de Guardiola: "¡Bravo, bravo!", "I love you Badstuber", "¡¡Yes!!"…. Todo esto realizado con aplausos, tono de voz elevado para que todos lo escuchen, gran intensidad a la hora de seguir el entrenamiento y muy apasionado.
5. Intensidad y competitividad. En este caso Mourinho implica al grupo motivando a los jugadores que van perdiendo en el partidillo.

Feedback

  Todo el mundo debe recibir feedback en el calentamiento.
  El feedback negativo lo damos individualmente.
  El feedback positivo lo damos en general porque LLEGA A TODOS.
  Si el nivel de dificultad de una tarea está justo por encima de nuestro nivel, nos motiva, si está muy por encima, desespera.
  No rellenar la hora y media si cumplimos los objetivos. Si el objetivo del entrenamiento o del ejercicio se ha cumplido, no rellenar el entrenamiento con otros ejercicios.
  No separar nunca el aprendizaje del juego, porque el juego favorece el aprendizaje.



Reforzar

  El principio del reforzamiento positivo. Primero debemos tener claro lo que es un reforzador.

  ¿Qué es un reforzador? Puede ser cualquier estímulo cuya presentación inmediatamente después de una conducta cause el incremento de dicha conducta. Por ejemplo, digamos que después de un entrenamiento de fútbol un niño ayuda a recoger los balones, de forma inmediata el entrenador le agradece su generosidad, se refuerza la conducta y es más probable que se pueda repetir en un futuro.

   Acción directa, cuando se refuerza algo de forma inmediata (dentro de al menos treinta segundos). Otro ejemplo, justo antes de intentar darle a la bola, un golfista usa una nueva forma de coger el palo y logra ejecutar un buen golpe, lo más probable es que utilice esa forma de coger el palo en el futuro. Aunque es lógico pensar que no podemos estar todo el tiempo detrás de las personas reforzando cada acción sobre todo en deportes de equipo.

  Acción indirecta, los cuales fortalecen una respuesta aunque el reforzador se aplace. Más ejemplos, en la natación un entrenador puede decir a sus atletas al empezar el entrenamiento que si completan sus vueltas con la técnica correcta de nado se ganan el derecho de jugar waterpolo durante los últimos diez minutos.

  El reforzador es algo muy individual, y lo que puede reforzar a un deportista puede convertirse en algo sin sentido para otro. Por lo que debemos estar alerta ante los gustos y preferencias.

  En función del momento

  Concurrente: feedback que se realiza en la ejecución. Está condicionado al tipo de tarea. En una tarea continua más facilidad para dar feedback concurrente.

  Ventaja: que el deportista vaya modificando mientras ejecuta. Son más eficaces desde el punto de vista de la ejecución, pero hay un nivel de dificultad que es la atención del deportista, con lo cual el feedback debe ser concreto y sencillo.

  Inmediato: (6 – 20 segundos) feedback que se realiza inmediatamente después de la ejecución. Permite un recuerdo cercano de la actividad y detenerse en explicarlo. Si queremos corregir a todos los alumnos no puede ser muy extenso, con lo que de vez en cuando debe ser concreto y sencillo.

  Retardado: es menos eficaz porque ya hay mucho olvido, pero muchas veces se da por las condiciones de la tarea. Por ejemplo en un partido de fútbol, charlas al descanso, etc.



 *Agradecimiento a Enric Soriano por el gran vídeo en el que se puede ver perfectamente todo lo que se dice en esta entrada. 


miércoles, 4 de noviembre de 2015

La explosión de este jugador esta temporada está siendo muy resaltable. Ha pasado de ser un jugador de reserva a ser un jugador considerado titular tanto como interior (su posición natural) como de.... ¡Lateral derecho!

Vamos a empezar por el principio. Sergi Roberto es un jugador que sube al primer equipo del Barcelona como un interior "box to box", un jugador que abarca muchísimo recorrido en el campo pero con el llamado "gen azulgrana" caracterizado por el buen trato de balón. Después de destacadas actuaciones en el filial, Guardiola lo sube al primer equipo donde le va dando minutos en encuentros de mayor exigencia. Desde entonces han pasado 5 temporadas tanto con Pep (2 años), Tito y Roura (1 año), Tata Martino (1 año) y Luis Enrique (1 año más el actual) y hasta ahora su rol había sido siempre el mismo: jugador de refresco en partidos de menor exigencia.
Se podría decir incluso que en estos años no habíamos visto rastro alguno de ese jugador que brilló en el filial, hasta que el año pasado en Ipurúa y como mediocentro realizo un partido muy destacable.
Inteligente como es en el campo, todos los que le conocen le han aconsejado que se soltara y fuese más descarado. Él siempre contestó que sin continuidad, eso era imposible, que uno juega con miedo a fallar y acabar cedido o traspasado en un club devorador de jugadores sin nombre. 

Internacional en todas las categorías inferiores de la selección, ya se hablaba de él como lo que es ahora, un interior con recorrido, incansable físicamente, con presencia en las dos áreas, tanto por sus ayudas defensivas como por sus llegadas a la portería contraria. Luis Enrique creía en él en el filial y le dio continuidad como amante de ese estilo que sigue defendiendo ahora como técnico del primer equipo: control, sí; pero sin obsesionarse. Sin embargo, Sergi Roberto no tenía la pausa en su juego que abanderaban Xavi e Iniesta, dos jugadores que por jerarquía y calidad eran insustituibles.
Este año en cambio sus presencias (debido a las lesiones primero de Alves, y luego de Rafinha y Messi, sumadas a las bajas de Pedro y Xavi, además de la imposibilidad de inscribir a Arda Turan y Aleix Vidal) están siendo muy destacables. Ya en el lateral derecho, se está caracterizando por una gran capacidad para subir y bajar la banda y sobre todo un gran timing para elegir cuando subir y cuando no. No solo esto, si no que se está prodigando en asistencias desde esta posición, colocando buenos centros.



Pero esta no es la gran sorpresa. La sorpresa es que cuando ha jugado como interior, posición en la que en el pasado no había destacado, ha hecho grandes partidos como en Sevilla, contra el Bayer o este mismo fin de semana en Getafe donde repartió dos asistencias desde esta posición. Se le ve suelto, se le ve con la confianza que le faltaba para desarrollar su fútbol y hacer algo más que las cosas sencillas.

¿A que puede ser debido todo esto? Luis Enrique lo conoce bien de su etapa en el filial blaugrana y le pidió este verano que no se marchase a la Premier, que se quedase porque iba a tener minutos e iba a entrar en la rotación. No solo esto, se dice que fuera del futbol ha conseguido una gran estabilidad en su vida con su pareja, algo que parece una nimiedad pero es fundamental. Tener estabilidad de pareja, además de familiar y con los amigos favorece el rendimiento deportivo porque nos libra de preocupaciones y genera una coraza difícil de penetrar para las criticas, además de aumentar su confianza.

Se podría pensar que la lesión que sufrió hace dos semanas podría cortar ese estado de confianza máxima en sí mismo, pero no ha sido así para suerte del propio jugador y del club blaugrana. Podríamos decir que Sergi Roberto ha entrado en estado de flow. Está disfrutando del fçutbol como posiblemente nunca en su carrera, los aspectos externos le están favoreciendo y lo está refrendando con algo que no es subjetivo como son los números: 1 gol vital ante el Bayer cuando el equipo caía derrotado en casa y 3 asistencias en liga en 11 partidos.

El año pasado en 15 partidos jugados en Liga y Champions no contribuyo directamente en ningún gol del equipo. Esto no se puede tomar como referencia absoluta pero habla del nivel de confianza que ha adquirido este año el jugador: aparece más en zonas de peligro y dando el gesto definitivo a la jugada.
Un equipo de carreras y espacios es justo lo que pide Sergi Roberto en su vuelta a la posición de interior. Frente al Leverkusen gozamos de sus primeros minutos relevantes en su ubicación natural. 



Sergi ha sufrido siempre teniendo que jugar en pocos metros, recibiendo al pie, pero si el Barça abre los partidos y los enloquece, el de Reus rendirá, porque está que se sale. Ha recibido el empujón de confianza desde el lateral, pero ahora desde la posición de interior no solo explota su capacidad de recorrido sino que es capaz de defender del papel de socio principal de la delantera, conductor de contras, asistente genial e incluso sumar minutos jugando como extremo diestro.


Ahora mismo no le importa el caso que le toque enfrentar, es victoria asegurada. 
 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff