viernes, 18 de diciembre de 2015


Diversos estudios analizan la influencia de los roles a la hora de predecir el rendimiento del jugador en el campo, y no solo eso, si no como influye la autoeficacia (las creencias sobre nuestras capacidades) en conjunción con este rol para determinar el rendimiento.



La teoría de la autoeficacia de Bandura es el marco teórico principal bajo el cual se investigan las creencias de eficacia en el deporte. Defiende el papel de los aspectos cognitivos en el proceso de determinación de la conducta humana e indica que las creencias de eficacia regulan el esfuerzo y la persistencia. Las creencias determinan el rendimiento en tareas motoras y se puede usar como un predictor del rendimiento: a mejor creencia sobre mis propias capacidades, mejor será el rendimiento estimado.

Los estudios que analizan la relación entre rendimiento y niveles percibidos de autoeficacia han informado de una relación positiva entre ellos.
En deportes colectivos hay 3 formas de evaluarla: la autoeficacia, la eficacia colectiva y la eficacia del rol.

La eficacia colectiva es la percepción que tienen los miembros de un equipo sobre su capacidad conjunta para llevar a cabo una tarea grupal.
La eficacia del rol se define como la creencia sobre la capacidad para llevar a cabo las responsabilidades individuales que conllevan los roles en un equipo o grupo. Los roles determinan las conductas requeridas en un miembro que ocupa una posición determinada.
La eficacia del rol se ha relacionado de forma positiva con el rendimiento tanto en rugby como en baloncesto en diversos estudios.

Bandura señaló que esta relación puede estar influída por variables moduladoras como la ambigüedad de la tarea: "Si una persona no sabe qué demandas debe cumplir en un determinado esfuerzo, ésta no puede juzgar con precisión si tiene las habilidades necesarias para realizar la tarea". Concretamente en mi caso como jugador, siempre he jugado mejor cuando el entrenador me ha dicho exactamente qué es lo que espera de mi, ya sea que juegue como sé jugar o que haga lo que él me pida concretamente.



Cuando el feedback sobre la conducta se deteriora, la autoeficacia se ve afectada negativamente, puesto que cuando el deportista no tiene una comprensión clara de sus funciones, dudará sobre la exactitud de las representaciones cognitivas que guían su conducta y podrían subestimar sus capacidades.

Los resultados de los últimos estudios muestran que tanto en ataque como en defensa, cuando el futbolista es más consciente de las funciones que requiere su rol en el equipo, valoran mejor su capacidad para llevarlas a cabo, rinden mejor en la práctica.

La eficacia del rol predice positivamente el desempeño efectivo de éste. Cuando el futbolista tiene más confianza en sus capacidades para llevar a cabo de forma lo que un rol pide de él también se percibe que las realiza mejor. El mejor rendimiento se da en aquellos deportistas que se perciben con mayor eficacia de rol debido a que se comprometen e involucran más con las actividades que les encomiendan, o sea, que están realmente implicados y comprometidos con lo que supone ese rol en concreto.

Los resultados del estudio indican que las variaciones en la eficacia de rol predicen el desempeño del rol sólo cuando los miembros del equipo tienen una alta claridad del rol para las funciones defensivas. Cuando se trata de funciones de rol ofensivo la eficacia de rol predice el desempeño del rol independientemente de si se tienen claras las funciones o no, aunque no por ello deja de ser importante la claridad del ataque, ya que aumenta la predicción del rendimiento.

Los resultados revelan la importancia de la claridad del rol ya que sugieren que cuanto más claro tenga la información sobre las funciones interdependientes que se les piden, tendrás mayor confianza en sus capacidades para visualizarlas y las ejecutarán de forma más eficaz.

Fomentar un ambiente de aprendizaje donde los jugadores se sintiesen libres para preguntar aumentaría los niveles de claridad del rol. Que el jugador se sienta libre a la hora de hablar con el entrenador sobre aspectos tácticos, sobre cómo ve éste jugador el fútbol desde dentro es algo muy útil para ambas partes, ya que el entrenador puede ver aspectos que desde fuera puedan escapársele y el jugador va a comprender mejor algunos aspectos de su posición en el campo y de su rol dentro del equipo.


Cuando el entrenador fomenta un clima de implicación en la tarea (mejora, esfuerzo, aprendizaje…) la eficacia del rol es mayor que cuando es de implicación en el ego (rivalidad, desigualdad, castigar errores….), debido a que fomentar la implicación en la tarea (hacer un buen uso del feedback) lo que hace es mantener la concentración de los jugadores en aquello que pueden hacer, en la mejora constante de sus habilidades, en el juego en sí y no en aspectos externos….


PD: 2 años después, el blog sigue en marcha y en parte es gracias a todos vosotros, aquellas personas que me escribís con nuevas ideas, inquietudes, consejos, felicitaciones, críticas.... MUCHAS GRACIAS A TODOS.

lunes, 14 de diciembre de 2015


Teniendo en cuenta muchos resultados de partidos de fútbol, siempre me ha resultado curioso el hecho de que el equipo que se adelanta, muchas veces se echa hacia atrás y permite que el equipo rival tome la iniciativa y tenga la opción de empatar el partido. Hay diversos aspectos psicológicos que pueden explicar esto como la relajación, disminución de la motivación ya que el objetivo de adelantarse ya se ha logrado…. y otros aspectos futbolísticos y tácticos como el hecho de que resulta más fácil replegar posiciones y salir a la contra para matar el partido, el hecho de que el equipo rival quiera recuperar esa desventaja….
Vamos a ver diversos datos recogidos en algunos estudios y al final haremos una pequeña reflexión:

Estudio de O'Donoghue y Tenga (2001): Score line effect on work rate in English Premier League soccer.



O'Donoghue y Tenga (2001) sugieren que los jugadores de los equipos que van ganando reducen su intensidad haciendo así que los jugadores del equipo rival lleven la iniciativa.
Jugar en casa disminuye la distancia recorrida de los jugadores en comparación con jugar como visitantes. Los jugadores se distribuyen la distancia recorrida de esta manera (de menor a mayor distancia recorrida): defensas centrales, delanteros, defensas laterales, mediocentros e interiores.
Cada minuto jugado con el marcador a favor incrementa la distancia recorrida a baja intensidad (11,1-14 km/h) y la distancia cubierta andando y trotando (0-11 km/h). Jugar como visitante disminuye la distancia cubierta andando, trotando y también a baja intensidad.
Cada minuto con el marcador a favor disminuyó la distancia cubierta a máxima intensidad (+19,1km/h). Los delanteros recorren la mayor distancia a máxima intensidad, mientras que los interiores lo hacían a submáxima intensidad.
Los defensas centrales son los jugadores que menos distancia recorren a media intensidad (14,1-19 km/h), seguidos por los defensas laterales, los mediocentros y los interiores.
Los resultados del estudio parecen indicar que el rendimiento físico de los jugadores de fútbol de élite está condicionado por las variables situacionales del juego. Así los futbolistas recorrieron menos distancia a alta intensidad cuando tuvieron el marcador a favor que cuando fueron perdiendo. El descenso del 25% de este factor nos hace indicar que los jugadores no siempre están utilizando su máxima capacidad física durante los 90 minutos del partido.
Cuando van perdiendo los jugadores tienden a incrementar la intensidad de su actividad, con el fin de hacerse con la pelota e intentar marcar un gol para reducir la desventaja. Cuando van ganando, ceden la iniciativa al rival y reducen la intensidad de su juego pues ya están alcanzando el objetivo pretendido. Por tanto el estudio indica que el descenso de distancia recorrida a máxima intensidad en la segunda parte puede que no sólo sea una consecuencia directa de la fatiga física, si no también depender del marcador, de jugar en casa o fuera, el nivel del oponente…



Estudio de Javier Sampedro Molinuevo y Jaime Prieto Bermejo (2012) El efecto de marcar primero y la ventaja de jugar en casa en la liga de fútbol y en la liga de fútbol sala de España.

¿Influye en el resultado de un partido de fútbol marcar primero?¿Está esto relacionado con la ventaja de jugar en casa? El estudio de los factores que pueden influir en los deportes de competición se ha realizado en distintos contextos deportivos, tanto en deportes individuales como el boxeo, como en deportes de equipo, como el baloncesto, voleibol y fútbol. También se ha estudiado en campeonatos con sistemas de eliminatorias y en Juegos Olímpicos. Recientemente una investigación de la Universidad de Islas Baleares ha estudiado estos efectos en la Liga de Fútbol profesional y la Liga Nacional de Fútbol Sala de España.
Dos factores importantes en el resultado de un partido son, por una parte, jugar en casa, siendo sus causas los efectos del público, efectos de los viajes de los jugadores al campo contrario, la familiaridad del entorno de juego, el sesgo arbitral, y los efectos psicológicos. Y por otra, el marcar primero durante el encuentro, que puede interactuar con el primero. Si un equipo local marca primero puede haber una mayor implicación en el público, y al contrario si el que marca es el visitante: se puede producir una desconexión del partido por parte de los espectadores.
Se analizaron los resultados de todos los partidos en las temporadas 2005-06 hasta 2009-10 de 1.900 y 1.170 en las respectivas ligas, excluyendo los resultados 0-0, respecto a la ventaja de jugar en casa, la ventaja de jugar en casa para marcar el primer gol y la ventaja de marcar el primer gol. Estos resultados fueron sometidos a análisis estadístico obteniéndose que la ventaja de jugar en casa fue de un 60,21% y 62,67% en ambas ligas, la ventaja de jugar en casa para marcar el primer gol fue del 56,96% y 57,30% respectivamente. La ventaja de meter el primer gol fue, si marcó el equipo local, de una 74,45%, empató un 18,86%, y perdió un 6,69%. Si el equipo que marcó primero fue el visitante la ventaja es del 62,09%, empató el 18,10% y perdió el 19,81%. En conclusión: cuando el que marca el primer gol es el equipo local tiene más probabilidades de ganar el partido que cuando marca el primero el equipo visitante.
Desde el punto de vista de la psicología social, el apoyo del público local como factor involucrado en el fenómeno de la ventaja de jugar en casa es considerado por los propios aficionados como determinante. El sentimiento de pertenencia al grupo y de compartir emociones durante el juego refuerza la autoestima de los jugadores y aumenta la identidad social, produciendo lo que se denomina facilitación social: el rendimiento aumenta ante la presencia de otros. El factor facilitador puede llevar asociado un incremento del rendimiento del deportista al reducir los efectos negativos del estrés y los niveles de ansiedad.
La ventaja que se obtiene por jugar en casa para adelantarse en el marcador, pese a existir, es menor que la ventaja que se obtiene por jugar en casa en el resultado final de los partidos. En cuanto a la ventaja de marcar primero, los resultados muestran valores superiores al 50% en las dos ligas, tanto para los equipos locales como para los equipos visitantes. En concreto, se encuentran diferencias significativas a favor de los equipos locales. Es decir, la ventaja que se obtiene por adelantarse en el marcador en el resultado final de los partidos es mayor cuando el equipo que marca primero es el local. Un análisis pormenorizado de los resultados muestra diferencias significativas entre los equipos locales y visitantes en la probabilidad de ganar y de perder después de adelantarse en el marcador. Por un lado, cuando es el equipo local el que marca primero acaba ganando el partido más veces que cuando marca primero el equipo visitante, y por otro, cuando es el equipo local el que encaja el primer gol, remonta y termina ganando el partido en más ocasiones que cuando quien recibe el primer gol es el equipo visitante.



Conclusiones.

Lo que podemos extraer de estos dos estudios es que el hecho de marcar primero y jugar en casa disminuye la intensidad y la distancia recorrida por los jugadores de ese equipo, pero a su vez, marcar primero te da mayor probabilidad de conseguir la victoria. ¿Porqué? Obviamente el primer gol está incluido en el resultado final, por lo que, sobre todo el fútbol (no tanto en fútbol sala porque hay mayor probabilidad de marcar goles) es más difícil acabar remontando un resultado adverso a pesar de que el equipo contrario baje su intensidad y recorra menos kilómetros. Además, otro dato interesante es que cuando el que marca el primer gol es el equipo visitante, hay mayor probabilidad de remontada por parte del equipo local que al revés, que cuando el primer gol lo marca el equipo local.
Por tanto se puede decir que jugar en casa mejora la obtención de resultados, pero disminuye el nivel de rendimiento puro del jugador (menor distancia recorrida y a menos intensidad), a pesar de la creencia general de que al jugar en casa se va a intentar agradar y por tanto se intentará rendir mejor.  

Aún así, en estos estudios no se llega a tratar el porqué una vez que el equipo se adelanta en el marcador, baja su nivel de intensidad dejando que el equipo rival lleve la iniciativa, dejando incluso que le empate en muchas ocasiones.

martes, 1 de diciembre de 2015


"Muchos entrenadores ya saben que un entrenamiento parcelado de la técnica, táctica o preparación física tiene una transferencia limitada al partido. Muchos de ellos ya trabajan de forma interrelacionada objetivos técnicos, tácticos y físicos. Por otro lado, se acepta que el rendimiento de un deportista no solo depende de estos aspectos, también tienen en cuenta el factor psicológico del deportista, sobre todo a raíz de la eclosión del coaching.
Podemos interpretar la persona del deportista como una estructura hipercompleja configurada por interacciones y retroacciones de las estructuras (Seirul·lo, F.;1998). Seirul·lo desgrana el comportamiento del deportista en varias estructuras y propone optimizarlas desde un perspectiva sistémica, preferenciando en cada momento la que el entrenador crea conveniente.
Ya hay amplia bibliografía sobre las estructuras que presenta Seirul·lo, así que obviaremos definirlas aquí, pero con algunas de ellas, por el hecho de que no son las que se han entrenado tradicionalmente (la condicional, la coordinativa y la cognitiva), hay cierta dificultad en ponerlas en práctica de forma interrelacionada con el resto. Las estructuras que a menudo suponen un reto de trabajo en las sesiones de entrenamiento son entonces la mental, la socio-afectiva, la expresivo-creativa y la emotivo-volitiva. Así pues, algunos entrenadores optan por no introducirlas de forma preferente en sus entrenamientos, dejando estas estructuras en un segundo plano, ya sea mediante reglas potenciadoras de situaciones en las cuales el deportista deba tener en cuenta objetivos relacionados con dichas estructuras o directamente, evitando utilizarlas dentro de la sesión y usándolas en las charlas a nivel grupal o individual.

Esto último suele pasar con la estructura emotivo-volitiva, que es aquella que nos mueve a hacer acciones por las cuales conseguimos la satisfacción del deseo personal de obtener reconocimiento, fama, dinero o simplemente la satisfacción de haber hecho bien la tarea. La podemos relacionar con las necesidades personales del individuo y que supondrán que este se mueva para satisfacerlas. Las necesidades a satisfacer, la urgencia en la actuación para satisfacer las expectativas del grupo, en un determinado episodio del juego, activan los sistemas de la estructura emotivo-volitiva (Seirul·lo, F.; 2004).
Aunque todo el mundo pueda tener una comprensión genérica de esta estructura, es necesaria una prospección más profunda para poder encontrar objetivos concretos que sean trasladables a una sesión de entrenamiento. Es para eso importante, que los entrenadores consulten a psicólogos, o incluso los hagan participar de la elaboración y realización de la sesión de entrenamiento, como es el caso que presentaremos en este artículo.
En ese sentido, podemos optimizar las motivaciones del deportista en cuanto a la práctica deportiva. Es lo que sugiere la Teoría de la Autodeterminación (Ryan, R. y Deci, E.; 1985), que apunta a explorar y explicar la motivación humana desde un enfoque basado en necesidades y que pone el acento en el grado en que las personas escogen sus conductas (adaptado de Giesenow, C.; 2015).
Podemos decir que lo que mueve el deportista a hacer una tarea y, en general, a practicar el deporte se puede dividir en dos necesidades: la que proviene de su interior, o intrínseca; y la que proviene del exterior, o extrínseca.
La extrínseca es aquella que recibe el deportista por parte de otras personas de forma directa o indirecta; ya sea con el reconocimiento de compañeros o de la sociedad, el dinero o, desde un punto de vista punitivo, para evitar un castigo de, por ejemplo, el entrenador, los compañeros de equipo o de la prensa. Esta es la que más dominan los entrenadores, ya que por la propia definición es relativamente sencillo que el entrenador, al ser una persona externa al deportista, pueda intervenir en el deportista mediante el uso de ella.
En cambio, la conducta intrínsecamente motivada es aquella que no tiene otro objetivo que el propio placer o interés personal en realizarla. La motivación intrínseca, por tanto, encuentra su fundamento en una serie de necesidades psicológicas definidas que incluyen, entre otras, la causación personal, la efectividad y la curiosidad (Monroy, A. Y Sáez, G.; 2011).
En cuanto a los humanos, la conducta motivada intrínsecamente se debe a una necesidad (psicológica) innata de sentirse competente y de sentirse autodeterminado (Limonero, J; 2003). También la búsqueda y el desarrollo de relaciones seguras y conectadas con otros (Giesenow, C; 2015). Por tanto, podemos subdividir la motivación intrínseca en la búsqueda de la competencia, de la autonomía y de las relaciones.
Si consideramos que la motivación extrínseca es ampliamente conocida y ya utilizada por los entrenadores y otras personas que puedan intervenir en el rendimiento del deportista (familia, agentes, directivos, prensa), podemos centrarnos en la optimización de la motivación intrínseca para balancear el peso de ambas motivaciones mediante objetivos que conseguirán la optimización de estas necesidades psicológicas que configuran la motivación intrínseca:
·         La búsqueda de la competencia en la tarea a realizar. Los deportistas encuentran motivante sentir que están mejorando en eso que están llevando a cabo.
·         La autonomía en la toma de decisiones. Los deportistas encuentran motivante notar que pueden decidir cómo y cuándo hacer eso que están llevando a cabo.
·         El desarrollo de sus relaciones personales. Los deportistas encuentran motivante sentir que mejora la relación con los compañeros en la tarea que están llevando a cabo.
Reglar tareas donde salgan estos objetivos sería un buen punto de partida para incorporar estos conceptos a la sesiones de entrenamiento de forma no preferencial, pero ahora mostraremos un ejemplo de tarea donde la estructura preferencial es la emotivo-volitiva, concretamente la optimización de la motivación intrínseca.
ELABORACIÓN DE LA TAREA EN EL FÚTBOL

Para tal efecto, consideramos cualquier procedimiento metodológico que incluya porterías, como por ejemplo el ataque-defensa, el juego reducido o el juego real. El objetivo de ellos es poner en práctica los contenidos trabajados durante los entrenamientos en situaciones cercanas a la competición (Guerrero, I.; 2011).
En nuestra tarea se trabajarán objetivos a optimizar de otras estructuras, típicamente la coordinativa y la cognitiva, pero podrá incluir cualquiera de las otras siempre de forma subyacente a la preferente.
A ojos de los jugadores que participen en la tarea, de inicio creerán que están trabajando conceptos tácticos entrenados en tareas o sesiones anteriores, mediante un procedimiento donde aparezca de forma inherente la motivación extrínseca de los jugadores que participan. Estos procedimientos son los que incluyen porterías, ya que el jugador, al marcar un gol, siente que es de las maneras que obtiene más reconocimiento por parte de compañeros, entrenadores y espectadores. Por tanto, es el que de forma espontánea motiva más a un jugador de forma extrínseca.
Antes de iniciar la tarea explicaremos a los jugadores las reglas que hacen referencia a la optimización de las otras estructuras. Acto seguido iniciaremos la tarea, que estará dividida en tres partes donde dichas reglas no variarán, así como el tiempo de juego.
Durante el juego tendremos que registrar los jugadores que se comportan según los ítems a valorar de la tabla que se muestra a continuación, y recibirán los puntos correspondientes que se sumarán a su equipo o se les restará si actúan de forma contraria.



En la columna Tipo de la tabla de los ítems podemos ver la relación del ítem con una de las tres necesidades psicológicas de la motivación intrínseca. La importancia de cada ítem es subjetiva y susceptible de añadirle o quitarle puntos, así como la inclusión de nuevos o exclusión de algunos de estos ítems.
Al finalizar la primera parte de la tarea se informará a los jugadores del marcador de goles, pero sumando todos los puntos que ha hecho cada equipo. Aún no se les desvelará de dónde sale esta puntuación. Esto también se hará al final de la segunda y de la tercera parte. También entre partes se hará una pregunta que servirá para ganar más puntos y que tendrá el objetivo de ir mostrando poco a poco cómo han estado ganando los puntos. Las preguntas son las siguientes:
1.       Dos puntos para el equipo del primer jugador que diga algún momento en que gracias a estar concentrado, ha podido realizar una acción correctamente.
2.      Dos puntos para el equipo del primer jugador que diga algún momento en que haya ayudado a un compañero, y eso haya supuesto algo positivo para el equipo.
3.      Tres puntos para el equipo del primer jugador que diga qué ha aprendido de nuevo con esta tarea.
La primera pregunta hace referencia al ítem 1, y creemos que es el primero que se tiene que desvelar para que sirva a la vez como consigna de control, ya que automáticamente los jugadores intentarán participar en la tarea de forma más concentrada (y aquí se verá cómo los jugadores interpretan esto de maneras distintas). Si por el contrario lo que se hace es una pregunta sobre, por ejemplo, el ítem 6, la realización de la tarea se acaba tergiversando porque los jugadores pasarán a estar completamente atentos a esteítem para poder sumar puntos y dejarán de lado los objetivos explicados al inicio de la tarea.
La segunda pregunta hace referencia al ítem 3 (pero se podría haber hecho preguntas sobre el 5, 6, 8…) y la última se hace como parte introductoria a la reflexión final.
Esta reflexión servirá para desvelar todos los ítems, para explicar cómo han conseguido los puntos y hacerles entender que la motivación extrínseca no es la única en la cual un jugador se debe sustentar. Aunque es importante y necesaria, un jugador no puede depender solo de ella porque al proceder de terceras personas no siempre podrá recibir su contribución. De hecho, se puede considerar que convivir con altas dosis de motivación extrínseca es potencialmente peligroso para su rendimiento si, por las razones que sean, se deja de recibirlas.
Por eso es importante que los jugadores, ya de jóvenes, conozcan e identifiquen su motivación intrínseca y la movilicen constantemente.

Esta tarea con preferencia de la estructura emotivo-volitiva es un primer paso para presentar a los jugadores estos conceptos. Es como abrir una ventana a la introspección y conocimiento de la motivación intrínseca y que, como todas las estructuras, se tienen que trabajar de forma periódica para consolidar su aprendizaje, ya sea con otras tareas similares a la presentada, con charlas o con la introducción de reglas recordatorias en otras tareas que den preferencia a objetivos de otras estructuras."
BIBLIOGRAFÍA
·         Deci, E. L., y Ryan, R. M. (1985).The general causality orientations scale: Self-determination in personality. Journal of Research in Personality.
·         Giesenow, C. (2015).Promoviendo la motivaciónintrínseca.CimaPerformance.com
·         Guerrero, I. (2011).Terminologiad’exercicis de l’Escola del FC Barcelona, temporada 2011-2012.Documentode la FCBEscola.
·         Limonero, J. (2003).Motivació i emoció. Edicions UOC.
·         Monroy, A i Sáez, G (2011). La motivación y el rendimiento en el deporte. EfDeportes.com.
·         Seirul·lo, F. (1998).Planificación a Largo Plazo en los Deportes Colectivos. Curso sobre Entrenamiento Deportivo en la Infancia y la Adolescencia. Apuntes de la Escuela Canaria deldeporte.
·       Seirul·lo, F. (2004). Estructura socio-afectiva. Documento del departamento de educación física del INEF Barcelona.


 
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