martes, 19 de enero de 2016


Cambio de año, cambio de entrenador y el Chelsea parece que mantiene los mismos problemas que estábamos viendo en el final de segunda etapa de José Mourinho en el club.
Vamos a empezar haciéndonos algunas preguntas. ¿Tiene realmente el Chelsea 15-16 equipo para entrar en la Champions League? ¿Tiene equipo para repetir triunfo en la Premier?



Si nos ponemos a analizar un poco su plantilla y los movimientos realizados en el mercado de fichajes podremos comprobar que apenas hay variaciones respecto a la plantilla del año pasado, e incluso el 11 titular se mantiene casi inalterable.
Un 11 titular que suele formar en 1-4-2-3-1 y que habitualmente cuenta con Courtois, Ivanovic, Terry o Zouma, Cahill, Azpilicueta, Matic o Mikel, Cesc, Willian, Oscar, Hazard y Costa.


Alineación titular del último partido jugado por el Chelsea frente al Everton.

Si revisamos el 11 más repetido de la pasada temporada seguro que nos resultará igual o muy similar a éste. Esto se debe a que durante éste verano apenas ha habido incorporaciones de gran importancia, la más destacada ha sido la llega de Pedro que irrumpió fuerte en el 11 pero que luego entre lesiones y alguna mala actuación ha ido bajando su rendimiento.
El resto de incorporaciones de importancia son Baba, Begovic, Kennedy y Falcao, de los cuales solo Kennedy parece que es capaz de asomarse alguna vez por los terrenos. Falcao sigue sin ser el mismo desde su grave lesión, y ahora parece que vuelve a estar lesionado de gravedad, por lo que ésta temporada será raro que sume de forma importante.

En cambio, en el apartado de salidas, han dejado el club algunas figuras de importancia, que aunque no contaban ya con demasiada participación, a nivel de vestuario, liderazgo y ascendencia en el campo, seguro que se notan. Algunas son Drogba (leyenda del club), Cech (que ha pasado a reforzar al Arsenal), Filipe Luis (titular indiscutible en el Atlético del Cholo) y las cesiones de Salah y Cuadrado (ambos al fútbol italiano donde están haciendo un buen papel).
José Mourinho se quejó amargamente de que no llegó ninguna de las piezas que pidió para ésta temporada y que seguramente hubiesen sido importantes en el club, como son Stones, Pogba, Koke, Arda Turan… que seguramente habrían tenido un mayor impacto que los jugadores que acabaron llegando.

A todo ésto debemos sumarle el hecho de que algunos de los mejores jugadores del club no están rindiendo al nivel esperado. Algunos de ellos serían:

Courtois: Lesionado a principio de temporada, fue sustituido por Begovic, que, aun cumpliendo, no pudo hacer olvidar la lesión del belga. Una vez recuperado, Courtois volvió al 11 de inmediato recuperando poco a poco su nivel habitual.

Terry: El gran capitán del club lleva un último año (Enero a Enero) a un nivel bastante inferior del que ha mostrado a lo largo de su carrera en el club. Con puntos más altos y otros más bajos, Mourinho pidió el fichaje de Stones para ir haciendo que Terry tuviese cada vez una menor participación en el equipo hasta su retirada o marcha del club.



Ivanovic: Señalado por el propio Mourinho por bajo rendimiento. Jugador destaca por ser esa figura de lateral-central que recuerda en cierta manera a la de Abidal en el Barça de Guardiola, aunque con mayor proyección ofensiva y un gran poderío aéreo como demuestran sus múltiples goles en otras temporadas. Éste año apenas ha sumado ofensivamente y en defensa se ha mostrado muy blando, siendo fácil para los rivales encontrar su espalda.

Cesc: El jugador catalán ha mostrado en su primer año en Londrés algo que le vimos hacer en el Camp Nou: durante la primera parte de la campaña se muestra a un nivel superlativo, dirigiendo al equipo y dando goles y asistencias cada fin de semana, pero una vez que llega las segunda parte de la campaña, cuando se deciden los títulos, su rendimiento baja de forma preocupante. Últimamente ha ido alternando las posiciones de mediocentro o mediapunta con movilidad en ese 1-4-2-3-1, encontrándose siempre más cómodo en la zona de mediocentros. Con la llegada de Hiddink parece que ha empezado a mejorar su nivel de juego. Básico si el Chelsea quiere dominar los partidos a través del balón.

Matic-Ramires-Mikel: Los junto porque están en casos similares. Suelen habitar el otro mediocentro junto a Cesc. El titular habitual es Matic, aunque su descenso en el rendimiento de este último año ha dado paso mientras estaba Mourinho a la titularidad de Ramires, un jugador en el que tenía mucha confianza, y ahora en los minutos de Mikel con Hiddink. Ninguno parece acabar de convencer y es una de las parcelas que parecen peor cubiertas en la plantilla.

Hazard: Mejor jugador de la Premier League 2014-2015. Suele habitar la banda izquierda aunque con total libertad para irse hacia el centro debido a s condición de diestro. Jugador con un talento descomunal que el año pasado sostuvo al equipo en sus peores momentos, siendo una de las grandes perlas codiciadas por medio continente. Este año en cambio ha mostrado su peor cara. Mourinho lo señaló por no ayudar al equipo defensivamente, y sus números ofensivos no le dieron cobijo: 0 goles y 0 asistencias. Se espera mucho más de él. Esperemos que ésta última lesión que le ha alejado del equipo le valga para cargar pilas y liberarse mentalmente de toda presión.

Oscar: El segundo máximo goleador del equipo ésta temporada (empatado con Willian) es uno de los jugadores más discutidos del equipo. Jugador de gran talento y que con José Mourinho aprendió a usar su talento al servicio del equipo, trabajando cada vez mejor defensivamente, su rendimiento siembra dudas, pasando muy desapercibido por muchos de los partidos. Suele ser un jugador que alterna titularidades y suplencias.

Costa: Otro de los señalados por Mourinho. Él mismo admitió que había llegado a la pretemporada con sobrepeso y que no estaba en su nivel. Polémico jugador que a pesar de ello realizó una primera vuelta espectacular la campaña pasada, unido a su nivel en la última temporada en el Atlético y a su mejora de rendimiento en los últimos partidos, hace presagiar que cuando se decida a mostrar su mejor nivel, hará que el Chelsea sufra mucho menos ofensivamente debido a su lucha constante y su gran capacidad para hacer desmarques de ruptura para los pases de Cesc, con el que mantiene una buena conexión.

Si miramos al banquillo, lo que podemos ver es que no hay demasiada confianza en la mayoría de jugadores que lo frecuentan, como puede ser Loic Remy, que ni con el bajo nivel de costa ha logrado entrar en el 11, jugando incluso Hazard como falso 9 en algunas ocasiones. Lo mismo se puede decir de Falcao o las jóvenes promesas Baba, Loftus-Cheek o Traore.

Otro de los aspectos interesantes es comentar la teoría muy difundida sobre José Mourinho y los ciclos de 3 años en el mismo club. Cada vez que José Mourinho ha superado la barrera de más de dos años en el mismo club, suele haber una reacción negativa en su plantilla. Sea por su discurso, por la incapacidad de seguir manteniendo ese nivel de exigencia a lo largo de grandes períodos de tiempo, por cansancio de los propios jugadores….. Sea por el motivo que sea, se produce una bajada de rendimiento en sus terceros años. Al igual que su segundo año en el club siempre es el mejor, debido al poso que tienen los jugadores de la primera temporada, donde adquieren todos los fundamentos tácticos que les instruye José.
Vamos a verlo con datos:

Estadística de José Mourinho en los clubes que he dirigido como entrenador, demostrando el empeoramiento de estos clubes a partir de su segunda temporada en cada uno de ellos.


Como podemos ver, exceptuando el caso del Porto, al cual llegó a mitad de la primera temporada, en el resto de equipos los números refrendan la teoría: gana menos partidos en su tercera temporada en cada club y por tanto el resultado final en la liga es inferior.
No sólo los números lo refrendan, si no algunos enfrentamientos con algunos jugadores de cada club, como pueden ser Casillas, Hazard, Costa…Jugadores que son muy importantes en sus equipos y que han acabado teniendo problemas con José Mourinho en sus últimas temporadas.

Ahora llega Gus Hiddink al club en su segunda etapa en el club, asumiendo su papel de entrenador hasta final de temporada. De momento el equipo no parece cambiar demasiado, aunque es cierto que el rendimiento de algunos de los jugadores ha parecido mejorar, como es el de Costa o Cesc. Esto tampoco ha sido suficiente para lograr grandes victorias porque en los últimos 10 partidos, el Chelsea tan sólo ha ganado 4, perdiendo 2 partidos y empatando en 6 ocasiones.
Por delante le queda un calendario complicado: Arsenal, Manchester United y PSG entre sus próximos 5 rivales. 2 rivales que se disputan la Premier y un PSG que parece muy favorito en su cruce en Champions.

Por tanto, un mar de dudas tiene por delante el Chelsea. Una 14º posición, mucho más cercana al descenso que a Europa, la salida de varias figuras como el codiciado Hazard, la repatriación por parte del Atlético de Costa, la marcha segura de Hiddink y la búsqueda de un nuevo técnico….
¿Cómo puede intentar solventar eso ahora mismo? Tradicionalmente el Chelsea siempre ha sido un rival muy rocoso, un rival muy fuerte defensivamente y que concedía pocas ocasiones al rival, siendo casi imposible atacarle por aire con defensas como Cahill, Ivanovic, Terry o Zouma, y que salía muy bien a la contra aprovechando la velocidad de sus extremos y la capacidad goleadora de sus puntas. Y solidez defensiva es lo que ha perdido. Tirando de estadística, este año en Premier ha marcado 31 goles y encajado 34. Equipos punteros como el Arsenal llevan 37/21, City 43/21, United 28/20 o el sorprendente Leicester con 39/26. Por lo tanto, lo que vemos es que ofensivamente no se encuentra tan lejos de estos equipos, en cambio es defensivamente donde encontramos grandes diferencias, encontrándose a más de 10 goles de diferencia de City, Arsenal o United y ofensivamente muy por detrás del Leicester.




Por tanto, creo que el pobre rendimiento se basa en el pobre rendimiento defensivo del equipo, ya sea de su defensa o de su transición ataque-defensa, incluyendo aquí el trabajo de delanteros y medios, no sólo de su defensa. En consecuencia, creo que el aspecto que deben intentar recuperar es esa solidez defensiva que les ha hecho ser siempre competitivos incluso con equipos inferiores en calidad técnica a sus rivales buscando salir al contragolpe y aprovechando sus oportunidades.

jueves, 14 de enero de 2016


Dentro de la diversidad de disciplinas deportivas, se encuentran las pruebas atléticas de resistencia como las carreras a pie de larga distancia, que son capaces de llevar al límite a los deportistas que las practican. En función de la distancia, se dividen en pruebas de medio fondo, dónde los deportistas recorren distancias entre los 800 y 5000 mts, pruebas de fondo como los los 10000 mts, la prueba de maratón (42.196 Km) y las carreras de ultrafondo de más de 42.196 Km. 
En particular las especialidades de fondo son una de las actividades más estresantes en las que un ser humano puede participar de forma voluntaria, debido a la intensidad, la duración y condiciones ambientales que pueden ser adversas, las fuentes de estrés fluyen de forma constante, además requieren una preparación física específica y un enorme esfuerzo físico y psicológico.

El estrés que genera la competición puede alterar el estado emocional y, en dicho continuo, alterar otros valores necesarios para el rendimiento: parámetros bioquímicos y biomecánicos, velocidad, fuerza, potencia, etc… a lo que se unen las alteraciones del funcionamiento psicológico como disminución en la capacidad de concentración, pérdida del foco atencional, aumento de la ansiedad estado.



Decimos que una persona está sometida a una situación de estrés cuando ha de hacer frente a demandas ambientales que sobrepasan sus recursos, de manera que el sujeto percibe que no puede darles una respuesta efectiva, lo que provoca un aumento de la activación del organismo. No podemos imaginarnos a un deportista en los momentos previos a una competición importante sin emitir alguna respuesta de estrés, pero las consecuencias de esta respuesta dependerán de si resulta excesivamente frecuente, intensa o duradera.

El estudio de la capacidad individual para protegerse contra los estímulos estresantes llevo a Maddi y Kobasa a desarrollar el concepto de “Personalidad Resistente” o “Hardiness”, siendo una disposición estable de la personalidad que ha sido conceptualizada como la unión de elementos cognitivos, emocionales y conductuales, y que actúa como mediador contra el estrés, facilitando convertir las circunstancias estresantes en oportunidades de crecimiento. 
Se compone de de 3 elementos: compromiso, control y desafío, y debe ser entendida como un concepto global por encima de sus dimensiones. Se presenta como un elemento importante en las carreras de fondo debido a que el estrés produce efectos mínimos de debilidad en una persona con personalidad resistente.

Los componentes de la Personalidad Resistente son:

·         Compromiso: es la tendencia de involucrarse en una actividad. Una persona comprometida es activa al momento de enfrentar una situación.

·         Control: es la tendencia de sentirse y actuar como si las situaciones de la vida no afectaran a la persona. El control proporciona la habilidad de incorporar los eventos estresantes en un plan sin problemas usando conocimiento, habilidades y capacidad de decisión lo que influye en como las situaciones son apreciadas.

·         Desafío: es la creencia de que el cambio es normal por encima de la estabilidad. Anticipar los cambios es más interesante como forma de crecimiento que la búsqueda de seguridad. Es la tendencia a crecer individualmente y desarrollarse en lugar de proteger lo que ya se tiene.



Estudios con diversas poblaciones y contextos han reportado la influencia positiva de la personalidad resistente y el rendimiento. En situaciones específicas relacionadas con el deporte la personalidad resistente ha sido identificada como un constructo importante de la personalidad de los deportistas de élite. Además, niveles altos de personalidad resistente pueden predecir el rendimiento deportivo exitoso, así como mejorar aspectos necesarios para mejorar el rendimiento deportivo como la recuperación de lesiones y la capacidad física. Los componentes de la personalidad resistente proporcionan el coraje y la motivación para pensar, sentir y comportarse de una manera favorable para la realización de objetivos dentro del deporte de competición.

Las carreras de fondo, por sus características se presentan como uno de los escenarios más fértiles para el estudio de la personalidad resistente. Los resultados de los estudios con corredores de maratón mediante la aplicación de la EPRM permitieron concluir a Jaenes, Godoy y Román que era posible diferencias entre las mejores y peores marcas en una carrera de maratón en función del nivel de personalidad resistente del deportista, así mismo la población deportista (corredores de maratón) presentó valores totales de personalidad resistente superiores que la población general.

Como conclusiones que se sacaron del estudio, podemos afirmar que un nivel elevado de personalidad resistente forma parte de las características de los corredores de fondo y ultrafondo, ya que valores altos en compromiso, control y desafío se presentaron en ambos grupos de deportistas.
Las carreras de fondo y ultrafondo atraen a corredores con elevada personalidad resistente, por lo que no se encontraron diferencias entre ambos grupos. Los corredores que se enfrentaron a un recorrido de 78 kilómetros por montaña no presentan mayores niveles de personalidad resistente que aquellos que participaron de una prueba de 10.06 kilómetros.



Un nivel elevado de personalidad resistente no fue un elemento diferenciador de los corredores que completaron y de aquellos que abandonaron el recorrido de ultrafondo por montaña. Los corredores con mejores marcas en la carrera de montaña no presentaron un nivel mayor de personalidad resistente, el efecto mediador contra el estrés no tiene una influencia directa en el rendimiento del corredor que, en competiciones de ultrafondo por montaña depende de la interacción de diversos factores externos y habilidades y características personales.


Por tanto, podemos concluir que la mayoría de corredores que se apuntan a una de éstas disciplinas cuentan con valores elevados en estos valores, ya sea por su personalidad, porque ha sido ésta la que los ha llevado a probarse en éstas disciplinas, o ya sea porque las han ido desarrollando a lo largo del tiempo gracias al entrenamiento constante que les ha llevado a cultivar éstas habilidades psicológicas. 

Estudio: "Personalidad Resistente en Carreras de Fondo: comparativa entre ultra fondo y diez kilómetros" por Ricardo de la Vega, Oswaldo Rivera y Roberto Ruiz.

lunes, 4 de enero de 2016

Hoy voy a hablar de mi experiencia personal como jugador de fútbol a nivel modesto, ya sea a nivel de clubes o a nivel de equipos en los que he ido jugando en la universidad y como se relaciona toda ésta experiencia a nivel de confianza.

Soy un jugador que basa gran parte de su juego en el físico, ya sea a nivel de explosividad o a nivel de distancia recorrida en los campos. Para lo segundo es básico mantener un buen nivel en los entrenamientos y adquirir fondo físico, lo cual no es un problema. Para lo primero es necesario adquirir ritmo de competición, ya no es sólo una cuestión de mero entrenamiento físico para ganar potencia y velocidad, si no de adquirir ese ritmo de competición que te hace saber cuándo utilizarla y cuando no. Casi más que por mero físico, diría que éste último punto tiene mucha relación con la comprensión del juego, que se adquiere obviamente jugando, no se adquiere durante los entrenamientos.

Pero, sobre todo, soy un jugador que me baso en la confianza. Necesito sentirme confiado en mi juego, sea en la posición que sea, ya que he ido alternando diferentes posiciones en los últimos años, pero no me siento más confiado en una posición que en otra, simplemente necesito tener esa confianza en mi juego.



Cómo obtengo ese nivel de confianza necesario para jugar a mi nivel:

1.       El ritmo. Como he dicho antes, el hecho de acumular varios partidos en un período de tiempo determinado me da ese punto extra de explosividad y de capacidad de comprensión del juego para poder jugar a mi nivel.
2.       La confianza del entrenador en mi juego. Esto es muy importante. Vengo de muchos años en los que no he tenido un entrenador en concreto, si no que los propios jugadores decidíamos quienes jugábamos, y al ser muchas veces partidos de fútbol sala al final rotábamos y jugábamos todos por igual. Por eso ahora que tengo un entrenador, necesito ver que muestra confianza en mis capacidades. Que el entrenador vea como me esfuerzo en los entrenamientos, que sepa valorar mis cualidades, ya sean las positivas como las negativas, que sepa ponerlas al servicio del conjunto… y sobre todo que sea justo conmigo, en el sentido de jugar cuando crea que tengo que jugar por méritos y que me deje en el banquillo o sin convocar cuando crea que no me lo merezco.
3.       Confianza de mis compañeros. Esto es algo básico. Debido a lo que explique en el punto anterior, puesto que vengo de muchos años de fútbol sin entrenador, tener la confianza de mis compañeros se ha tornado en clave. Ya no sólo que te vean alguien importante en el equipo, si no que eso también se demuestre en el terreno de juego, en el sentido de que notes que confíen en lo que puedes hacer, que te pasen el balón en situaciones difíciles y no sólo eso, que te pasen el balón cuando estás justo al lado pidiéndoselo. Simplemente sentir que eres uno más.



A lo largo de todos estos años, siempre he ido cumpliendo el mismo patrón en todos los equipos en los que he estado: he empezado siendo poco importante y poco a poco he ido entrando en la dinámica del equipo, he ido ganando en importancia hasta ser titular indiscutible o incluso capitán de alguno de estos equipos. Esto ha hecho que siempre me haya sentido importante, porque entiendo que al llegar a un equipo que ya está “formado”, seas menos importante que los demás, y una vez que te van conociendo vayas ganando en nivel de importancia, y eso al irlo viendo plasmado en las alineaciones o en la confianza de los demás, refuerza mi autoconfianza.

El problema se da cuando llegas a un equipo y desde el inicio tienes un nivel de importancia digamos medio-alto, y poco a poco ese nivel de confianza va bajando, ya sea con el propio entrenador o con los compañeros. Cuando los compañeros no confían en tus capacidades, cuando ves que no te pasan un balón aunque seas la mejor opción, cuando te fijas en sus caras o sus gestos cuando realizas una acción....

Y tú mientras piensas: “Pero, ¿qué queréis que haga? ¡Si nunca me habéis dejado jugar como yo puedo! ¡Si lo que enseño en los entrenamientos luego no puedo hacerlo en los partidos!”
Jugar fuera de tu posición, notar que juegas los llamados “partidos menos importantes”, que te pidan jugar de una manera que no es la tuya, la que sientes, no poder mostrar tus cualidades…
Todo eso va minando la autoconfianza del jugador de una manera o de otra, haciendo que reduzca su abanico de movimientos, reduciéndolos a la mínima expresión, a mostrar lo justito, lo que sabe que no va a hacer mal de ninguna manera, expresando un nivel mínimo de riesgo en sus acciones, pero limitando su capacidad creativa.



Esto lo que hace es que el jugador se desinhiba más en los entrenamientos o en partidos con amigos, donde no hay ninguna consecuencia a sus fallos o errores y donde se premie su capacidad creativa, haciendo que disfrute mucho más de todo esto que de la propia competición, donde se va a sentir encorsetado debido a todo lo anterior.

  Como ya hemos dicho en otras entradas del blog, si el futbolista percibe que controla las situaciones, aumentará su autoconfianza y su aprendizaje, y es que implica un conocimiento real de la dificultad del objetivo, los propios recursos y posibilidades realistas de lograrlo.
  Durante la competición es importante que esté centrado en lograr objetivos de ejecución, como puede ser la misma concentración, es decir, permanecer atento y concentrado durante todo el partido... Así el jugador con poca confianza no se obsesionará con el resultado deportivo que se espera de él y no anticipe posibles resultados, se sentirá sin tanta presión y con un objetivo muy específico a cumplir.

Por tanto, fomentar la autoconfianza es un papel muy importante que cumplir para un entrenador, ya sea fomentándola él mismo, con tareas que veremos ahora, o haciendo que el propio grupo las fomente por sí mismo, favoreciendo que aparezcan situaciones donde se felicite y se anime al jugador por mostrar iniciativa propia y que no aparezcan reproches, malas caras, discusiones, etc… puesto que como hemos visto, todo esto sólo deriva en un empeoramiento del juego, de la confianza (fomentando que aparezcan más errores) y quizás del abandono deportivo.

¿Cómo puede fomentar la autoconfianza el entrenador?

·         Organizar actividades competitivas apropiadas en los entrenamientos como pueden ser rondas de tiro a puerta, incluso incluyendo variantes como jóvenes contra veteranos, etc…
·         Establecer objetivos atractivos pero realistas, centrados en las acciones y no en el resultado, como por ejemplo centrarse durante los partidos en acciones que hayamos entrenador durante la semana.
·         Elaborar planes adecuados para conseguir los objetivos, enfatizando el valor del esfuerzo.
·         No juzgar la actuación de los deportistas por los resultados que dependan de factores ajenos (parada del portero rival a un disparo de nuestro jugador).
·         No llegar a conclusiones generales a partir de experiencias aisladas (fallar un centro es igual a “no tienes ni idea de centrar”.)

·         Evitar juzgar la actuación de los deportistas en momentos que conlleven experiencias emocionales intensas (expulsiones, penaltis, …)
 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff